Comenzamos a partir de esta clase a estudiar a uno de los más famosos discípulos de Sócrates y al que es también uno de los más importantes filósofos de la historia.
El estudio de la filosofía se vuelve cada vez más complejo y comienza a tener mucho peso la lectura y la interpretación de textos. Por esta razón es muy importante que se organicen de manera que puedan obtener el hábito de la lectura.
La lectura que se propone es la siguiente:
Toda la filosofía de Platón
Para hacer una introducción a la vida y obra de Platón conviene primero saber quién fue, dónde vivió y en qué circunstancias ejerció su actividad filosófica. Para empezar, hay que saber que Platón nació en Atenas en el 427 a.C y murió con 74 años, en el 347 a.C. Fue un personaje muy longevo, que vio muchas cosas a lo largo de su vida. Así pues, Platón vivió durante los siglos V y IV a.C.
La vida en Atenas en esos tiempos fue agitada y complicada. Todo pareció ir bien cuando, en la llamada Época de Pericles, la democracia por fin se estableció y floreció de manera positiva. Pericles ya había dejado un “buen ambiente político” cuando murió en el 429 a.C, la democracia era una realidad. Pero lo bueno es frágil, y pronto llegaron los problemas. Cuando Platón era un niño comenzó la Guerra del Peloponeso, que duró muchos años (431 – 404 a.C) y que hizo mella en la vida ateniense. Cuando Atenas perdió ante Esparta, comenzó el régimen de los Treinta Tiranos, que afortunadamente para la democracia duró poco. Platón tuvo, pues, una infancia y una juventud marcada por la inestabilidad política, lo cual le hizo interesarse por la misma y por la sociedad.
En un primer impulso se decidió a ser político, ejercer un cargo en la política ateniense, pero cuando condenaron a su maestro Sócrates a muerte Platón, con ojos pesimistas, vio que la democracia no funcionaba bien, y que la política era engañosa y mala. Por eso se dedicó a escribir. Escribió teorías políticas, teorías humanistas… filosofó. Platón vio en la sociedad muchos defectos, vio que la sociedad ateniense era imperfecta, por eso decidió viajar, pero lejos de encontrarse con algún pueblo ideal, lo que en realidad se encontró fueron casos semejantes al de su patria: allá a dónde iba, veía sociedades imperfectas y que necesitaban otros modelos por los que regirse.
Visitó muchas ciudades, y uno de sus viajes más importantes lo hizo a Siracusa (Sicilia), donde conoció al tirano Dioniso I, al cual intentó convencer de sus ideas para que cambiara la forma de gobernar, pero nada… no lo consiguió. El pesimismo fue creciendo en el interior de Platón a medida que veía sus ideas frustradas por la realidad. Por eso, a raíz de viajar y conocer un mundo tan imperfecto, elaboró una de sus teorías más famosas, la Teoría de las Ideas, que hablaba de dos realidades, una imperfecta (el mundo en el que vivimos) y otra perfecta (el mundo de las ideas). Esta, como sus otras teorías, la describió a fondo en sus diálogos, pues Platón no escribía libros, sino diálogos (textos que se podían leer en voz alta ante el público).
Platón escribió mucho, algunos diálogos fueron decisivos para la filosofía occidental (República, Fedro, Fedón, Apología, Banquete, Menón, Gorgias, etc) Diálogos en los que hablaba de sus teorías y de cómo veía el mundo. Según el libro de texto que manejamos este curso se podría dividir la obra de Platón en cuatro etapas:
- la etapa de juventud, cuando escribiría aun bajo la influencia de Sócrates,
- la etapa de la fundación de la Academia y del primer viaje a Sicilia, cuando escribió sobre sus inquietudes políticas,
- la etapa de madurez, cuando escribió algunos de los diálogos más famosos: Banquete, Fedón, República,
- y la etapa de vejez, cuando un Platón viejo que había vivido muchas cosas hace una reflexión de sus propias teorías.
Esas serían las cuatro etapas dentro de la obra de Platón. Aunque es una simple división, otros estudiosos dirían otra cosa. Lo importante aquí es conocer la obra de Platón en sí, y saber que se vio influenciada en gran medida por Sócrates, por la Escuela Pitagórica y por los viajes que hizo y todo lo que vio durante ellos.
Platón, durante su vida, hizo más cosas a parte de viajar, filosofar y escribir. De alguna manera influyó en la vida política y de alguna manera contribuyó a la enseñanza, ya que fundó una escuela, la Academia, en la que él mismo impartía clases a jóvenes alumnos que se interesaron por sus teorías. Como muestra de su admiración hacia los pitagóricos y hacia las matemáticas, en la entrada de la Academia, había una placa en la que ponía: “Que nadie entre aquí sin saber matemáticas”. Y de aquí saltamos ya a sus teorías, pues gracias a los pitagóricos y a sus ideas, Platón comenzó a perfilar su teoría metafísica, a través de la cual nos intenta explicar algo de lo que él estaba muy seguro: existen dos mundos, uno perfecto y otro imperfecto, y nosotros vivimos en el imperfecto.
La Teoría de las Ideas
Para explicar la Teoría de las Ideas, Platón, en la República, cuenta el Mito de la Caverna (mito que también sirve para explicar sus otras teorías). Este mito habla de unos personajes que, atados de pies y manos, están sentados mirando hacia una pared en la que se reflejan sombras. No pueden ver nada más, únicamente esas sombras. Esas sombras dibujan las siluetas de un árbol, de una casa, de una persona, así que para los hombres sentados y atados, la única realidad que existe es la que las sombras proyectan. Desde siempre ha sido así para ellos, y para siempre lo será. Ellos no creen que pueda existir otra realidad. Pero llega un momento en el que uno de ellos consigue soltarse, y escapa de la caverna por una cuesta empinada y abrupta. Consigue salir al mundo exterior y al principio le ciega la luz del Sol, pero luego comienza a verlo todo con claridad: los árboles, los pájaros, las colinas… lo ve todo tal y como es en realidad. Comprende que las sombras que se proyectan en la pared de la caverna no son mas que imitaciones del mundo real, y que los hombres maniatados están siendo engañados. Con toda su buena voluntad, el hombre vuelve a bajar a la caverna, y les cuenta todo a sus compañeros, pero éstos, creyéndolo un loco y un mentiroso, lo matan y siguen mirando embobados a las sombras de la pared.
Con este mito (bastante ingenioso y certero) Platón habla, explica, critica y expone ante todos todo su pensamiento. De esta pequeña historia se pueden sacar muchas cosas: una crítica a la política (pues los políticos son los hombres que proyectan las sombras con una hoguera detrás de los hombres maniatados), critica que los políticos se dedican a engañar a la sociedad; una crítica a la ignorancia y al pasotismo que caracteriza a los hombres en general, y que no creen al personaje que consigue salir y que vuelve para intentar ayudarles (personaje que hace pensar en Sócrates, que intentó abrirles los ojos a los hombres y fue condenado a muerte).
En el mito está también su idea más importante, la de los dos mundos: el de arriba, el perfecto, el ideal, y el de abajo, el imperfecto, el engañoso, el mundo en el que vive la sociedad. La sociedad de Atenas viene a estar representada por los hombres maniatados que rehusan de pensar e investigar y se conforman mirando las sombras que siempre han visto. También se habla de que en el mundo sensible (en el que vivimos) se intenta imitar los conceptos, las ideas perfectas del mundo de las ideas (pues las sombras no son más que la representación sensible de las ideas que hay arriba). Y por supuesto Platón, en forma de cuesta empinada y rocosa, nos destaca que es complicado el camino para llegar al mundo de las ideas, un camino sólo apto para personas sabias que hagan buen uso de la razón y de la inteligencia, y que no se dejen llevar por las emociones y los deseos (eso es ya acercarse a la teoría antropológica y de las tres almas del hombre).
La verdad es que todo en Platón está relacionado. Es difícil redactar un trabajo como este sin mezclar las cosas. No se puede hablar de la Teoría de las Ideas sin mencionar la teoría Antropológica, y si se explica el Mito de la Caverna es imposible no rozar la teoría política. De todas maneras, seguimos: con el Mito de la Caverna Platón explica de forma sencilla su Teoría de las Ideas. Expone su idea de las dos realidades, de los dos mundos, y habla de que las ideas, de que los conceptos que conocemos en el mundo sensible, en el que vivimos, no son mas que las ideas que ya están predefinidas en el mundo de las ideas. Esto es algo complejo, pero se puede explicar (se puede intentar).
Lo que Platón dice es que la idea de “arbusto bien cortado” la tenemos interiorizada dentro de nosotros mismos, pues nuestra alma (Platón habla de que dentro de nosotros también existen dos realidades: cuerpo y alma) viene del mundo de las ideas, y allí se ha empapado de esas ideas perfectas. Así pues un “arbusto bien cortado” es un arbusto bien cortado, y no hay más. No hay opción para la opinión. Un arbusto bien cortado es un arbusto bien cortado, más grande, más pequeño, pero bien cortado. Con los bordes recortados y rectilíneos y sin ramas que sobresalgan. Eso es un arbusto que está bien cortado. Uno puede decir que no le gusta ese arbusto, pero nunca podrá decir que está mal cortado, porque la idea de “bien cortado” es perfecta, es un concepto ideal, que está ahí, y que es así. En este sentido Platón está completamente en contra de los sofistas y de la verdad relativa. Para Platón existe una sola verdad, una verdad absoluta, y esa verdad es la del mundo de las ideas, donde todos los conceptos están definidos en su manera más perfecta. Para conseguir una sociedad mejor, para vivir de forma correcta, lo que hay que hacer es imitar al mundo de las ideas. Pero, ¿cómo se puede imitar al mundo de las ideas? ¿cómo conocemos nosotros ese mundo que no podemos ver?
- Ventura (17 de febrero de 2010) Toda la filosofía de Platón https://vaventura.com/asignatura/filosofia-bachillerato/todo-sobre-platon/
Actividades:
1. Lectura atenta del artículo.
2.
A partir de la lectura realiza un breve texto que cuente de qué trata
el Mito de la caverna. Solamente lo que el mito cuenta no una
interpretación.